La “guerra de los pasteles”, el más delicioso de los casus belli

GUERRAS DIVERTIDAS 2/5. Tras el reconocimiento de la independencia de México por parte de Luis Felipe en 1830, las relaciones comerciales entre ambos países se intensificaron. Pero Francia quiso negociar acuerdos más favorables y encontró un pretexto para iniciar un conflicto: el saqueo de una pastelería en 1838. Segunda entrega de nuestra serie "Guerras Divertidas".
El 16 de abril de 1838 marcó el inicio de las hostilidades entre Francia y México. En el complejo contexto de la independencia de esta antigua colonia española, los franceses exigieron una gran suma de dinero debido a la situación económica de algunos de sus compatriotas asentados en México . Estas relaciones se deterioraron, dando lugar a una guerra que, según la leyenda, comenzó con el saqueo de una pastelería.
Al menos esa es la acusación de un pastelero francés llamado Remontel, dueño de una pastelería en la colonia Tacubaya de la Ciudad de México. Afirma que los oficiales mexicanos, tras probar unos dulces en su establecimiento, se marcharon sin pagar, causándole un gran perjuicio por el cual exige una indemnización.
Armado con su reclamo, unió fuerzas con otros comerciantes franceses del país [una gran comunidad francesa se ha establecido en México desde la independencia]. Juntos, expresaron su descontento al barón Deffaudis, entonces embajador de Francia en México. Sus quejas se transformaron en una demanda oficial de compensación económica, cuyas cantidades alcanzaron tales montos que el estado mexicano no pudo pagarlas.
Courrier International